19 de enero del 2025
Por Allen Laman
¿Qué tipo de riesgos emergentes podrían presentar los vehículos eléctricos a medida que se vuelven más comunes?
Los expertos de Verisk recientemente exploraron el terreno actual de los EV y plantearon una hipótesis sobre las preocupaciones de seguro que los vehículos podrían tener en el futuro. Durante la presentación de un seminario virtual, Greg Scoblete, un ejecutivo del equipo de Asuntos Emergentes en Verisk, expresó que un cambio hacia más EV en las carreteras podría tener grandes impactos.
“Sin ser muy dramáticos, pienso que es justo decir que esta es una transición que podría posiblemente representar un cambio muy profundo con consecuencias radicales impactando no solo nuestras flotillas de vehículos sino también nuestra infraestructura, nuestras redes de energía, nuestra salud, nuestro medioambiente, nuestras cadenas de provisión, nuestro fundamento de la industria doméstica y más,” expresó Scoblete.
Añadió que una transición hacia vehículos eléctricos puede influenciar más que las exposiciones de los vehículos; también podrían ser impactadas las propiedades, la responsabilidad y el riesgo cibernético.
El terreno del mercado de los vehículos eléctricos
Según informaciones del Kelly Blue Book, los vehículos eléctricos representaron un 9% de los vehículos nuevos vendidos en septiembre. El KBB destacó que durante el último trimestre los norteamericanos compraron un 11% más de EV que durante el mismo trimestre del año anterior y que 26,626 EV usados fueron comprados en septiembre, marcando un 68.3% de aumento desde septiembre del 2023.
Mirando hacia el futuro, Bloomberg NEF proyectó en julio que para el año 2027 una tercera parte de las ventas de vehículos nuevos serían de vehículos eléctricos (EV). Ese es el año en que comenzarán a ser introducidas gradualmente las nuevas reglas de emisiones de vehículos de la Agencia de Proteccion Ambiental (EPA). Se espera que esas reglas estén totalmente vigentes para el año 2032.
Los créditos por impuestos federales aceleran la venta de vehículos eléctricos, explicó Scoblete, a pesar de que reconoció que podría ser diferente después de las elecciones presidenciales. (El seminario virtual de Verisk fue celebrado el lunes 4 de noviembre). Actualmente Estados Unidos tiene más de 100,000 estaciones de carga públicas o privadas de vehículos eléctricos, con la administración de Biden estableciendo un objetivo de alcanzar las 500,000 para el año 2030.
Incendios de baterías y fuga térmica
Scoblete expresó que a pesar de que los incendios de baterías de vehículos eléctricos podrían ser eventos de poca frecuencia, posiblemente podrían contribuir con reclamar severidad dependiendo de lo “flamable que sea todo lo que se encuentre a su alrededor.”
Citando informaciones del Consejo Nacional de Seguridad del Transporte, la Oficina de Estadísticas del Transporte y el gobierno afirman que los investigadores de Auto Insurance EZ encontraron que los incendios de vehículos eléctricos son menos frecuentes que los de vehículos tradicionales y los híbridos. Según los hallazgos, los vehículos eléctricos pueden incendiarse a una tasa de cerca de 25 incidentes por cada 100,000 ventas. Esa cantidad es menor que los que utilizan combustible (cerca de 1,530 incendios por cada 100,000 ventas) y los híbridos (cerca de 3,475 incendios por cada 100,000 ventas).
Sin embargo, Scoblete explicó que cuando una batería de un vehículo eléctrico tiene una fuga térmica puede arder significativamente más que un motor de combustión interna y requiere de “mucho más agua para ser extinguido,” lo cual quiere decir que apagar el incendio puede tomar más tiempo.
Y él expresó que si queda energía después de que el primer incendio es extinguido existe un riesgo de que la energía pueda activar una nueva fuga térmica, añadiendo que el riesgo pudiera permanecer durante horas, días y hasta semanas después de haber sido extinguido el incendio.
“Pero continua siendo así, por lo menos según fuentes de información pública, que los incendios de vehículos eléctricos no parecen suceder más frecuentemente que los de motores de combustión interna,” expresó Scoblete, destacando que este hallazgo se extiende más allá de los vehículos eléctricos en Estados Unidos y hasta a nivel internacional.
La cercanía del incendio representa un posible riesgo para las propiedades
La información de seguridad de incendios de EV reportó durante el año pasado que un 18% de los incendios de EV ocurrían mientras los vehículos son cargados, y un dos por ciento ocurría durante la primera hora después de haberlo desconectado del cargador. Los incendios relacionados a la carga podrían representar una preocupación para las propiedades cercanas, expresó Scoblete, ya que los incendios de los EV pueden arder muy calientes y requerir mucho tiempo para ser extinguidos.
“El otro asunto relacionado aquí es que los vehículos y viviendas, y muchos mobiliarios de viviendas en general, se han convertido en algo más famable a través del tiempo, añadió Scoblete. “Eso se debe a que los materiales que son utilizados dentro de los vehículos, dentro de muchos mobiliarios de viviendas y otros materiales sintéticos también son muy flamables.”
Las leyes de Derecho a la Carga (Right to Charge) de algunos estados generalmente establecen los requerimientos de las estaciones de carga para los edificios, explicó Scoblete. Esto podría ser otro factor que determine dónde y qué tan cerca de una propiedad conjunta puede ser colocada esa infraestructura.
Riesgos cibernéticos que pueden presentarse en estaciones de carga
Heavy Duty Trucking reportó a finales del año 2022 que desde el año 2010 ha habido un 344% de aumento en los ataques cibernéticos contra vehículos.
Scoblete destacó que las vulnerabilidades cibernéticas de un vehículo eléctrico puede que no sean muy diferentes a las de otros vehículos modernos conectados, aunque algunos vehículos EV parecezcan tener un programa de control más sofisticado.
“Pero existe una distinción muy importante aquí,” expresó él, “y eso es las estaciones de carga. Las estaciones de carga pueden actuar, por lo menos potencialmente, como otro portador que transmite programas maliciosos a un EV. Pero no necesariamente pasando electrones a los vehículos sino también transfiriendo información.”
Comprometer un aspecto del ecosistema de los EV, el vehículo, el equipo de carga, la nube o cualquier otra infraestructura, con programas maliciosos puede crear un riesgo potencial de progreso a través del ecosistema, expresó Scoblete.
“Incluso hasta las empresas eléctricas están incluidas,” afirmó. Y añadió que las estaciones de carga son en sí mismas vulnerables cibernéticamente porque pueden recopilar información confidencial del cliente y ser vulnerables a los jaqueos, en teoría.
