Por Adrian Hall | 22 de julio del 2025
Conclusiones:
- Las pérdidas estimadas por el huracán Katrina en los precios del año 2024 serían de $105 billones.
- Luego de Katrina, más de $14.6 billones fueron invertidos en el Sistema de Reducción de Riesgos por Daños de Huracanes.
- La modernización de las edificaciones y construir nuevas con estándares más altos ahora dinero a largo plazo.
A medida que nos acercamos al 20 aniversario del huracán Katrina, la devastación que provocó todavía se menciona en el panorama de los riesgos. Un nuevo análisis del Instituto Swiss Re reafirma su lugar como un momento decisivo para la industria de los seguros. Con pérdidas aseguradas actualmente estimadas en más de $105 billones en los precios del 2024, Katrina permanece como la catástrofe natural más costosa de la historia moderna de los seguros. Pero el reporte no solo visita nuevamente el pasado, sino que ofrece un conocimiento urgente del presente y el futuro de la resiliencia ante desastres, especialmente para las empresas comerciales en las costas del golfo y del este.
Qué ha cambiado y que no lo ha hecho
Si una tormenta idéntica a Katrina entrara hoy a Nueva Orleans, las pérdidas aseguradas serían de casi $100 billones, pero por razones muy diferentes. La reducción de los daños sería debido al mejoramiento de las defensas contra inundaciones y de los códigos de construcción y por un uso del terreno más inteligente, no simplemente por la suerte o por menor intensidad de la tormenta.
Esta es una victoria de la adaptación. Luego de Katrina, los gobiernos federales y estatales invirtieron más de $14.6 billones en el Sistema de Reducción de Riesgo de Daños por Tormentas de Huracanes (HSDRRS, por sus siglas en inglés), una infraestructura de diques y bombas que protegió a Nueva Orleans durante el huracán Ida en el año 2021. Luisiana también introdujo su primer código estatal de edificaciones, uniéndose a otros estados del golfo en el fortalecimiento de la resiliencia.
Sin embargo, parte del menor riesgo es más preocupante: Nueva Orleans nunca se recuperó totalmente. Su población permanece un 20% menor que antes de los niveles de Katrina, y el producto interno bruto (GDP, por sus siglas en inglés) no ha vuelto a su trayectoria de crecimiento anterior. Menos personas y bienes en la ruta de los daños reducen la exposición, pero a costa de la vitalidad y resiliencia económica de la comunidad.
Qué significa esto para las empresas comerciales
Para los líderes de las empresas, el legado de Katrina es un recordatorio de que la resiliencia es una inversión y no una opción. Los bienes raíces comerciales, las instalaciones de fabricación, los centros logísticos y los centros comerciales ubicados en regiones propensas a huracanes deben ir más allá del cumplimiento mínimo. A continuación, lo que las organizaciones con visión futurista deberían estar haciendo actualmente:
- Priorizar la planificación previa al desastre, no solo la continuidad de los negocios. Esto incluye la evaluación de la integridad estructural de las edificaciones, la elevación y exposición tanto al viento como al agua.
- Actualizar las edificaciones hacia los estándares modernos o construir nuevas estructuras utilizando los últimos códigos de resistencia a inundaciones y viento. El retorno de la inversión es claro: según el Instituto Nacional de Ciencias de la Construcción, cada $1 invertido en la reducción ahorra entre $6 – 12 en pérdidas futuras.
- Participar en la planificación de la resiliencia comunitaria apoyando la mejoría de las infraestructuras locales y procurando una zonificación y aplicación de los códigos más estricta.
- Auditar la cobertura de los seguros regularmente, asegurando que los riesgos de inundación y marejadas ciclónicas se encuentran cubiertos de manera adecuada. La ambigüedad en los términos de las pólizas que fue expuesta durante los litigios luego de Katrina debe ser eliminada.
La función del seguro paramétrico
El seguro paramétrico surgió como una solución complementaria en este espacio. A diferencia de las pólizas de indemnización tradicional que requieren un ajuste de las pérdidas, los productos paramétricos activan pagos basados en métricas medibles como la cantidad de lluvia caída y la velocidad de los vientos. Para los asegurados comerciales, esto significa una liquidez más rápida posterior a los eventos, lo cual es muy importante para mantener las operaciones y restaurar los servicios.
En zonas propensas a huracanes, las coberturas paramétricas pueden ser adaptadas para complementar el seguro tradicional abordando brechas de deducibles, ofreciendo cobertura de interrupción de negocios o asegurando activos de alto riesgo que son difíciles de suscribir de manera convencional.
La velocidad y certeza del capital luego de un evento es tan importante como su tamaño. Las soluciones paramétricas encajan perfectamente en esa visión ofreciendo a las empresas una herramienta para mejorar la resiliencia financiera cuando el tiempo de recuperación es crucial.
Un llamado a la aceleración
El reporte del Instituto Swiss Re destaca que, aunque ha habido un progreso significativo desde el año 2005, las pérdidas por catástrofes naturales están aumentando de un 5-7% anualmente en términos reales. La industria de los reaseguros y seguros por sí sola no puede cerrar esta brecha de protección cada vez mayor. Requiere de la coordinación de múltiples partes interesadas, desde el gobierno y los desarrolladores hasta las aseguradoras y clientes corporativos.
Esa es la tarea para los próximos 20 años: asegurar que el legado de Katrina no es solo un recordatorio de lo que se perdió sino un catalizador de lo que puede ser salvado.
Fuente: https://www.dig-in.com/opinion/lessons-learned-from-hurricane-katrina
